El nuevo hogar de los Carver está rodeado de misterio. En él aún se
respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios,
que murió ahogado. Las extranas circunstancias de esa muerte sólo
empiezan a aclararse con la aparición de un diabólico personaje: el
Príncipe de la Niebla.